El Parque Manuel Azaña era un elemento aislado de la trama urbana, rodeado por viario con alta densidad de tráfico, accesos mal posicionados, itinerarios sin delimitación y mal iluminados generando una sensación de inseguridad, y sin espacios específicos destinados a alguna actividad, cuya remodelación salió a concurso por el Ayuntamiento de Alcalá de Henares.
Descripción del proyecto.
Se proyecta un espacio público enfocado hacia el peatón, con una nueva configuración y distribución de zonas de diferente uso. Se mejora la iluminación en todo el parque, haciendo uso de iluminación LED, más eficiente y con menor consumo, aumentando la sensación de seguridad.
Se implanta más vegetación gracias a la creación de una cúpula verde que da refugio a todo el parque, se ajardinan nuevas zonas y se disponen parterres verdes perimetrales de protección del peatón respecto de las calzadas que circundan el parque.
Bajo esta cúpula, se ha creado un espacio amable y verde, donde la gente puede pasar su tiempo de ocio. En este, se incorpora una lámina de agua insertada en el interior de la pradera, generando reflejo, rumor y frescor, y una visión más agradable.
También, se crea una zona cardiosaludable con máquinas de deporte bajo el pinar preexistente, y se instala un columpio icónico, generando espacios de estancia en el parque.
En el antiguo anfiteatro se mantiene la memoria del homenaje a mujeres ilustres. Donde estaba situado el mural, se levantan actualmente sus figuras junto con paneles que dan información sobre ellas, recordando el valor que tienen en nuestra sociedad.
El Parque Manuel Azaña le aporta a la ciudad un espacio más humano y menos motorizado; es un reflejo del camino que, junto a nuestros demás proyectos, consideramos debería tomar la arquitectura y el urbanismo hacia la mejora de la calidad de vida de la ciudad de Alcalá de Henares.